Ha llegado la primavera, y con ella el buen tiempo, así que es el momento de dejar a un lado las prendas de invierno. Los cambios de estación obligan a renovar el armario, a cambiar prendas y a guardar lo que no vamos a utilizar hasta la próxima temporada.
Aunque a muchos no nos guste, hay que plantearse sacar la ropa de primavera/verano y guardar la de invierno, incluidos el calzado y los complementos. Puede darnos algo de pereza, pero puede hacerse de forma rápida y sencilla. Hay que seguir unos pasos para realizarlo en poco tiempo y con el mínimo esfuerzo posible. ¡Es posible!
Tienes varias opciones para guardar la ropa, aunque normalmente todos recurrimos a las bolsas y a las cajas. Las bolsas herméticas son muy buena opción para las prendas que no vayamos a utilizar en un tiempo. En cuanto a las cajas, mejor si son de tela, porque dejan pasar el aire. En el caso de las prendas de hilo y lana te recomendamos que optes por cajas de cartón o bolsas para evitar que cojan polvo. Y, sobre todo, dobla bien la ropa antes de meterla en el embalaje que hayas escogido.
Eso sí, en el caso de los trajes, pantalones y abrigos, déjalos colgados en perchas porque se conservarán mejor que doblados. Deben estar todos los botones y cremalleras abrochadas. Los pantalones ponlos en perchas con espuma. Protégelo todo con fundas.
Por último, el calzado. Pon cada modelo en una bolsa o caja después de haberlos limpiado y quitado el polvo.
Si te gusta el orden y eres algo metódico, te recomendamos hacer un inventario. Es muy práctico hacer una lista por colores, tipo de prenda o de tejido y ponerle una etiqueta a la caja o bolsa en la que guardes las prendas.
Y no olvides que esta es una buena oportunidad para deshacerte de las prendas que no utilizas.
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